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El ballet es mucho más que dar unos pasos de baile. Es una expresión artística que proporciona a los más pequeños una base tanto física como emocional, ayudándoles así a expresar sentimientos, desarrollar fuerza, elasticidad y concentración en cada movimiento. A partir de las clases, aprenden a mover el cuerpo con conciencia, a encontrar armonía en el movimiento y a expresar sin hablar, a dejar que el estilo de cada uno fluya de forma natural.
Además, el ballet proporciona una extraordinaria formación en valores como la constancia, el esfuerzo, la dedicación y la paciencia. A base de práctica y de ir superando nuevos ejercicios, reciben una lección importante para toda la vida: el progreso llega con esfuerzo, ilusión y ganas de dar lo mejor de sí mismos en cada paso.
En Pekenque contamos con grupos específicos según la edad y el progreso de cada bailarín o bailarina. Así podemos adaptar tanto la dinámica de las clases como las coreografía y ejercicios a las habilidades de cada alumno, ayudándoles así a avanzar a su propio ritmo pero siempre en un entorno de apoyo y alegría.
En Pekenque contamos con grupos específicos según la edad y el progreso de cada bailarín o bailarina. Así podemos adaptar tanto la dinámica de las clases como las coreografía y ejercicios a las habilidades de cada alumno, ayudándoles así a avanzar a su propio ritmo pero siempre en un entorno de apoyo y alegría.
Además, más allá de lo técnico, el ballet en Pekenque proporciona vivencias en equipo, sueños compartidos y nuevos sueños alcanzados. Esto fortalece tanto el carácter como la autoestima de los más pequeños, ayudándoles así a sentirse más seguros, más felices y más preparados para expresar lo que llevan en el interior a través de la música y el movimiento.
Además, más allá de lo técnico, el ballet en Pekenque proporciona vivencias en equipo, sueños compartidos y nuevos sueños alcanzados. Esto fortalece tanto el carácter como la autoestima de los más pequeños, ayudándoles así a sentirse más seguros, más felices y más preparados para expresar lo que llevan en el interior a través de la música y el movimiento.
El ballet también es una herramienta valiosa para desarrollar habilidades como la memoria, la expresión corporal o el sentido del ritmo. A partir de coreografía, posiciones y secuencias de movimientos, el alumno mejora tanto en agudeza mental como en capacidad de concentración, ayudándole así tanto en el aprendizaje de otras materias como en el manejo de emociones en el día a día. La música, el estilo de cada pieza y el progreso constante generan una dinámica muy motivadora, en la que el esfuerzo tiene siempre una recompensa visible.
El ballet también es una herramienta valiosa para desarrollar habilidades como la memoria, la expresión corporal o el sentido del ritmo. A partir de coreografía, posiciones y secuencias de movimientos, el alumno mejora tanto en agudeza mental como en capacidad de concentración, ayudándole así tanto en el aprendizaje de otras materias como en el manejo de emociones en el día a día. La música, el estilo de cada pieza y el progreso constante generan una dinámica muy motivadora, en la que el esfuerzo tiene siempre una recompensa visible.
«Financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU. Sin embargo, los puntos de vista y las opiniones expresadas son únicamente los del autor o autores y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea o la Comisión Europea. Ni la Unión Europea ni la Comisión Europea pueden ser consideradas responsables de las mismas»