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El teatro es el lugar donde la ilusión deja atrás lo cotidiano para dar paso a mundos nuevos, vividos en primera persona. Aquí los más pequeños reciben mucho más que un simple aprendizaje de textos o gestos; reciben la oportunidad de dejar salir toda la creatividad que llevan dentro, de expresar emociones sin censurarse y de encontrar en el escenario una herramienta para dar forma a lo que sienten pero a veces no saben expresar con palabras.
A partir de ejercicios de expresión corporal, voces en escena o construcción de personajes, el teatro descubre en ellos habilidades que están dormidas pero muy vivas en su interior. La memoria mejora, pero también lo hace la capacidad de hablar en público sin dejarse llevar por el miedo. La expresión deja de tener más límites que los de la propia imaginación, ayudándoles así a dejar atrás la vergüenza o la falta de seguridad en sí mismos, en un entorno de apoyo constante.
A partir de ejercicios de expresión corporal, voces en escena o construcción de personajes, el teatro descubre en ellos habilidades que están dormidas pero muy vivas en su interior. La memoria mejora, pero también lo hace la capacidad de hablar en público sin dejarse llevar por el miedo. La expresión deja de tener más límites que los de la propia imaginación, ayudándoles así a dejar atrás la vergüenza o la falta de seguridad en sí mismos, en un entorno de apoyo constante.
El teatro también proporciona vivencias muy valiosas en el camino de madurez de cada actor en potencia. A partir de historias vividas en equipo, de sueños creados en conjunto y de vivencias compartidas en el aula, reciben lecciones de convivencia, empatía y comprensión de sentimientos ajenos. Así aprenden a ponerse en el lugar de otro, a dejar atrás el ego para dar luz al compañero de escena, y así reciben una formación emocional que deja una huella permanente en ellos.
El teatro también proporciona vivencias muy valiosas en el camino de madurez de cada actor en potencia. A partir de historias vividas en equipo, de sueños creados en conjunto y de vivencias compartidas en el aula, reciben lecciones de convivencia, empatía y comprensión de sentimientos ajenos. Así aprenden a ponerse en el lugar de otro, a dejar atrás el ego para dar luz al compañero de escena, y así reciben una formación emocional que deja una huella permanente en ellos.
En Pekenque sabemos que cada actor tiene una expresión propia, una chispa que lo hace destacar en el escenario. Por eso planteamos grupos específicos según la edad, pero también según el progreso de cada uno, ayudándoles así a encontrar el estilo en el que están más a gusto. Porque así, sin dejar atrás a nadie, el teatro deja en ellos vivencias muy valiosas tanto en el arte como en la vida, ayudándoles a tener más seguridad en ellos mismos, más capacidad de expresar sentimientos y más habilidades para relacionarse con los demás en cualquier situación.
En Pekenque sabemos que cada actor tiene una expresión propia, una chispa que lo hace destacar en el escenario. Por eso planteamos grupos específicos según la edad, pero también según el progreso de cada uno, ayudándoles así a encontrar el estilo en el que están más a gusto. Porque así, sin dejar atrás a nadie, el teatro deja en ellos vivencias muy valiosas tanto en el arte como en la vida, ayudándoles a tener más seguridad en ellos mismos, más capacidad de expresar sentimientos y más habilidades para relacionarse con los demás en cualquier situación.
«Financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU. Sin embargo, los puntos de vista y las opiniones expresadas son únicamente los del autor o autores y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea o la Comisión Europea. Ni la Unión Europea ni la Comisión Europea pueden ser consideradas responsables de las mismas»